viernes, 3 de febrero de 2017

Dgo 5° (Mt.5,13-16) SER SAL, LUZ y LEVADURA HOY EN NUESTRO ENTORNO

SER  SAL, LUZ y LEVADURA. Dgo 5° Tpo. Ord. C.A. (Mt.5,13-16)
  Un gesto litúrgico el gran Cirio Pascual;   Jesús resucitado comunica su luz  al celebrante, éste a cuantos le rodean; así se propaga la luz hasta que el templo es un gran lampadario.  De esta forma difundieron los primeros cristianos la luz de la fe,  la nueva vida nacida de Cristo.
  Somos  la sal de la tierra,  la luz  del mundo ??   es  lo que nos ha pedido el Señor,  nos tiene confianza,    parece sencillo,  lo espera de cada uno de nosotros ,  de nuestra familia,  de nuestra  comunidad la grande parroquial,  la pequeña comunidad de base.  Sabemos nuestro entorno hoy como afirmó Pablo VI “ ..no  cree ya en maestros, requiere testigos, cuya vida resulte inexplicable sin Dios”
 Testimonios de común-unión, de fraternidad, de amistad, de madurez, compromiso social, de entrega, servicio y alegría.   Para iluminar hay que tener fuego de verdad, tendremos acción liberadora cuando nos inclinemos sobre los apaleados de la vida, los despreciados de la sociedad y nos mostremos sensibles al sufrimiento ajeno.  Esto realmente es lo que nos compete como cristianos en la sociedad en la que muchos “van por lo suyo” y se desentienden de los demás.
  Dm.   Helder  Cámara decía..” Cuando un hombre sueña, es un sueño. Pero cuando sueñan varios ya es realidad”….  Un grano de sal en un plato, una lámpara en la calle,  son muy poco,  un salero y un tendido eléctrico salan descubren gustos, iluminan el entorno.       El testimonio personal no basta,  el comunitario es muy importante.   Dice Atilano; los obispos  del País Vasco en una carta colectiva afirman: “ No basta el testimonio de cada creyente,, es toda la comunidad cristiana la que ha de mostrar la fuerza humanizadora  y transformadora de la fe en Dios…Esas comunidades serán hoy evangelizadoras si realmente son factor de convivencia y de vida más humana en nuestros pueblos y barrios, si son lugares donde se promueve la solidaridad, la paz, la sana austeridad, la ayuda al necesitado, el diálogo, el perdón, la esperanza y tantos valores que parecen olvidados en la sociedad actual.”
     El nivel de asociacionismo entre los cristianos es muy bajo,  creemos  que con juntarnos una vez al año multitudinariamente cumplimos,  el  testimonio es un “milagro” continuo allí donde nos ha tocado desempeñarnos personalmente y como comunidad, pidamos fervientemente poder ser transmisores de luz.
Comentario de Atilano Alaiz, en “ElDon de la Palabra”, en versión libre autorizada por el autor, realizada por J.E.Bernadá.

   




























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