Hermanos
y hermanas:
“Dios, rico en
misericordia, con el mismo amor con que nos amó, nos ha hecho vivir
con Cristo… están ustedes salvados… nos ha resucitado con Cristo
Jesús… y nos ha sentado en el cielo con Él… Somos obra suya…
Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas
obras, que Él nos asignó para que las practicásemos…” (Cf. Carta a los
Efesios, 2, 4-10 – en la Eucaristía
del 11 de marzo del 2018).
Este
texto ¡me impactó! Misericordia…
grande amor de Dios… que nos amó, resucitados con Cristo Jesús, HOY… sentados
en el cielo con Él, HOY… Creados en Cristo Jesús, para practicar las buenas
obras…
Nuestro
camino en la tierra no es la antesala del cielo, a donde nos mudaremos
después de la desgracia de la muerte… ¡No! La tierra la haremos celestial,
resucitados en Cristo resucitado… por nuestras buenas obras y las buenas
obras de tanta gente que no comparte obligatoriamente nuestra fe… Realizamos la
celestialización de la creación, su divinización.
Bueno,
nos hemos reintegrado a nuestras tareas educativas; hemos orado por el buen
inicio de ellas, por lo menos los del cono sur… ¿Para qué? Para hacer crecer al
ser humano, para que sea así más y más imagen y semejanza de Dios… Para hacer
ver a los ciegos, caminar a los paralíticos; descubrir la verdad, la
fraternidad, el sentido del bien común, de los derechos humanos, vivir algo de la
verdadera democracia, desde la escuela, para que los alumnos se sientan amados…
¡Cuántos nunca fueron amados! ¡Uno ama si experimenta el amor de los demás!
¿Qué
nos espera este año? El cuadro de la sociedad está muy triste, y no solamente
la peruana… Grandes empresarios han tomado el poder en Argentina, en Chile… Los
cambios en Ecuador nos dejan perplejos… Brasil está inmerso en los escándalos…
En países amigos los dirigentes se arreglan para conservar el poder por cuarta
vez… Y así en el mundo entero… Donde la meta es la riqueza y el consumo se pone
en peligro toda la creación. ¡Stephen Hawking, el científico inglés que acaba
de morir, lo dijo!
Es
cierto, en todos los países hay creatividad en técnicas educativas, ¡muy
bien!... Pero, ¿con qué mercadería? ¿Para construir qué sociedad?... ¿Para el
bien de estos niños, de todos los niños?... ¿Qué se cocina en el Ministerio de
Educación y en todas las instituciones que dependen de ese ministerio?... ¿Cómo
se manipula el currículo?... ¿Qué significan las maniobras frente a la
educación sexual?... ¿Se forman los maestros para educar en ese aspecto? ¡Lo
dudo!...
¿Por
qué los educadores del mundo entero se sienten presionados, aplastados,
sin descanso personal ni familiar? Les doy un ejemplo: Varios(as) jóvenes
equipistas, con generosidad se han formado para ser directores(as)… Lo
hicieron, pero perdieron toda libertad: no hay sábado, ni domingo, ni
vacaciones… Después de 2 o 3 años han tenido que renunciar, para no
sacrificar la educación de sus hijos… Esto a pesar de su éxito con los
maestros… Encima de todo, todo se ha vuelto burocracia, “papelocracia”, la
gente está cansada, cumple (más o menos) por temor, no por convicción
educativa, y no hace mucho más…
Un
ejemplo que me desanima: ayer tenía reunión en mi casa de un Equipo muy serio.
Tema: “El inicio de clases”… Vinieron 2, el asesor (que no soy yo) y otro que
llegó a la mitad… ¿Los demás? Uno no avisó nada; otro, enfermo; dos tenían que
preparar una reunión con los padres de familia para hoy sobre lo que será el
año escolar (métodos, libros, relaciones con la comunidad educativa, etc.)…
¡Todo eso está muy bien!... Pero, ¿no se podía conversar con la directora (que
es buena gente) para preparar esa reunión otro día? ¡Una hora en el día!...
Reducir el tiempo de la preparación, limitando las palabritas paralelas
(sabemos muy bien cómo alargar las reuniones)… ¿O quizá la reunión de la Comunidad
no es seria, no es esencial para nosotros?... ¡No lo creo! ¡Defendamos nuestros
espacios de fraternidad, de respiración para nuestro ser, de encuentro con el
Señor!
¡Hermanos
(as) equipistas, no nos dejemos aplastar por los de arriba! ¡Sepamos diferenciar
lo esencial (esa reunión preparatoria lo era, sin duda), de lo otro esencial
(la del Equipo)… Sepamos decir: “¡No!”... Si somos educadores vivos, en formación
permanente, si amamos a los educandos, si buscamos reconstruir sanamente este
magisterio dividido, pasivo, a veces infiel a la verdadera educación, si se
reinventan las organizaciones de los educadores… ¡no se podrá castigarnos!...
los papeles hagámoslos a la volada… ¡No sirven para nada! ¡A veces somos
demasiado miedosos, a veces infantiles! El maestro bien construido, capaz, sabe
encontrar los buenos caminos sin angustia… Seremos libres, solidarios con
el pueblo y felices, aún si los burócratas nos amenazan y a veces
castigan… Y tengamos fe en Cristo, porque vivimos con sus preferidos, en un
lugar donde hacemos la “tierra-celestial”, resucitados-resucitadores…
“Conquista
la tierra que te doy”… Es lo que en la Biblia se dice que Dios manda a Josué,
delante de la Terra prometida… Es nuestra misión hoy…
¡Feliz
año nuevo escolar!
Abrazos,
N.
B.
Ayer
vino a verme un maestro… En una época de su vida, joven, se equivocó y se dejó
ganar por los predicadores de la violencia… Pasó 10 años en la cárcel; durante
ese tiempo reflexionó mucho, ¡cambió!... ¡Salió!... Yo fui testigo de su
búsqueda de reintegración… ¡Lo fui!... Ahora: ¡acaban de botarlo, como a
muchos otros!
¿Eso
se llama “reintegrarse en la sociedad”? Conozco a muchos expresos que han
cumplido su pena, han pagado tal o cual cantidad de dinero, han pagado
públicamente perdón… ¡Son otros!... Quizá (todo puede suceder) algunos sigan
equivocados… Pero, ¿no hay formas de descubrirlo y de actuar? Yo podría dar un
montón de testimonios, pero termino con dos o tres:
Ø “Caí
preso a los 19 años, ahora tengo 30… ¡Soy otro!”.
Ø El día de su Primera Comunión,
en la cárcel, otro dijo: “Cuando estaba
fuera estaba preso de doctrinas de muerte… Ahora que estoy aquí estoy LIBRE”.
Ø Por último: Z escribió
un libro, dijo más o menos esto: “Yo he decidído,
y tomé el nombre del pueblo… ¡No tenía derecho!... ¡Ahora le pido perdón al
pueblo!”… Yo tuve el honor de escribir el prefacio de ese libro…
¡Un
re-abrazo muy fuerte! No seamos ingenuos… Seamos agentes lúcidos de
reconciliación y de paz, y sepamos dialogar con todos nuestros colegas.
¡FELIZ
SERIA SEMANA SANTA!
Jesús
ha hecho de todos nosotros resucitados-resucitadores.
Confianza,
¡estamos ya en la tierra-celestial!
21 de marzo de 2018.
¡Último minuto:
¡Acabamos de escuchar las últimas noticias! ¡Es el tiempo de la esperanza, no
solamente para el Perú sino para el mundo entero! ¡Tiene que aparecer una nueva
sociedad, que no esté construida sobre el dinero y el consumo!
¡Desde el abismo clamo a ti, Señor!
¡Escucha
mi clamor!
¡Qué
tus oídos pongan atención a mi voz suplicante!
(Salmo
130, 1)
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