¿No es muy raro que hoy pongamos tanta resistencia a la llegada de africanos? Hace unos tres siglos los deseábamos tanto que ¡hasta íbamos nosotros a buscarlos! ¿Cuál es la diferencia? Pues que entonces los buscábamos para luego venderlos como esclavos. Los grandes pontífices de nuestra modernidad (desde Voltaire a Montesquieu) alabaron esa forma de “emigrar” que contribuyó claramente al desarrollo de Europa y además servía para mantener bajo el precio del cacao que venía de América.··· Ver noticia ···
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