lunes, 2 de julio de 2018
Del blog; Este texto es un trozo del tema que se desarrolla en el tema que va completo a continuación, nos parece muy esclarecedor.....
Leer es releer, pues el texto es como una fuente que mana: la palabra del escritor, de origen remoto y oscuro, se vuelve palabra reestrenada en labios del lector, y lo dicho vuelve a sumergirse en la tierra de lo indecible. Aferrarse al significado del pasado es desecar el curso del texto, su manar siempre nuevo, su ilimitada posibilidad de nuevos sentidos. El agua de la fuente no se repite jamás; solo en cuanto nueva es siempre la misma. El texto es la fuente, no el agua. Es la forma, no el espíritu. Tuvo un significado en su origen: lo que el escritor “quiso decir”; pero aquel primer significado fue adquiriendo nuevos matices y sentidos a lo largo de la historia de la lectura. Todo texto está abierto al Infinito indecible más allá de todo lo dicho.
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