Para meditar en la oración
Esta escena tan simple del Evangelio nos desafía una vez más, y nos vemos retratados en ella; simplemente tenemos que dejarnos interpelar por el relato e intentar descubrir si nuestra actitud de vida está más cerca de la de los escribas o más cercana a la de la viuda.
* ¿Qué prevalece en mí: una religión de apariencia, de rituales, de moralismos (propia de los doctores de la ley) o una religión del corazón (sencillez, generosidad, despojamiento ...) propia de la viuda?
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