Francisco entrevistado por el director de la agencia AdnKronos , Gian Marco Chiocci , habla sobre la reforma de la Curia, su relación con Benedicto XVI , su posible sucesor, su soledad: “Siento solo porque quien debe colaborar no colabora”.
El informe es de Francesco Antonio Grana , publicado en Il Fatto Quotidiano , 30-10-2020. La traducción es de Moisés Sbardelotto .
“También pienso en lo que vendrá después de mí. Primero hablo de eso. Recientemente, el mismo día, me sometí a exámenes médicos de rutina. Los médicos me dijeron que uno de estos se podía hacer cada cinco años o cada año. Tendieron hacia el período de cinco años. Dije: 'Hagámoslo año tras año, nunca se sabe' ”.
Es el mismo Papa Francisco quien vuelve a hablar sobre la cuestión de su sucesor. Un tabú que él mismo rompió varias veces, hablando también de la posibilidad de la resignación, cuando faltan las fuerzas físicas. Además, es inevitable que el primer pontífice en la historia reciente elegido con un Papa emérito que, como él, vive en el Vaticano, aborde con franqueza el tema de su sucesión.
Bergoglio habló sobre esto en una larga entrevista con el director de AdnKronos , Gian Marco Chiocci , también analizando los últimos escándalos financieros de la Santa Sede.
“No creo que pueda haber”, dice el Papa, “una sola persona, dentro y fuera de aquí, que se oponga a extirpar la paja de la corrupción.
No hay estrategias particulares. El esquema es común, simple: sigue adelante y no te detengas. Deben tomarse medidas pequeñas pero concretas. Para llegar a los resultados de hoy, partimos de una reunión de hace cinco años sobre cómo actualizar el sistema judicial. Luego, con las primeras investigaciones, tuve que quitar posiciones y resistencias, empezamos a escarbar las finanzas, tenemos una nueva cumbre en el IOR . En resumen, tuve que cambiar muchas cosas y muchas más van a cambiar muy pronto ”.Un signo elocuente de que, además de los escándalos, la reforma deseada e implementada por Francisco seguirá adelante. En la entrevista, Bergoglio no oculta que la llamada cuestión moral en los Palacios Sagrados es un “mal ancestral que se ha transmitido y transformado a lo largo de los siglos”, pero que cada uno de sus predecesores intentó erradicar.
“Lamentablemente, la corrupción - añade el Papa - es una historia cíclica, se repite. Luego hay alguien que limpia y ordena, pero luego comienza de nuevo, esperando que alguien más ponga fin a esta degeneración ”.
Para Francisco , “la Iglesia es y sigue siendo fuerte, pero el tema de la corrupción es un problema profundo, que se ha perdido a lo largo de los siglos. Al comienzo de mi pontificado, fui al encuentro de Benedicto XVI . Al pasar la batuta, me entregó un palco grande: 'Aquí todo está dentro - dijo - están los minutos con las situaciones más difíciles. Llegué aquí, intervine en esta situación, enajené a esta gente y ahora ... tú decides '. Bueno, no hice más que tomar el palo del Papa Benedicto , continué con su trabajo ”.
La referencia es al célebre dossier del escándalo Vatileaks 1 , escrito por los tres “cardenales 007” nombrados por Ratzinger : Julián Herranz , Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi .
Bergoglio también niega todas las reconstrucciones que lo describen en perenne oposición a su predecesor directo.
“ Bento - dice Francisco - es un padre y un hermano para mí. Por carta les escribo 'filial y fraternalmente'. Lo veré a menudo, y si lo he visto un poco menos recientemente es solo porque no quiero cansarlo. La relación es realmente buena, muy buena, estamos de acuerdo en qué hacer. Benedict es un buen hombre, es la santidad en persona. No hay problemas entre nosotros. Además, todos pueden decir y pensar lo que quieran. Incluso lograron decirnos que habíamos peleado, Bento y yo, por qué tumba era mía y cuál era la suya ”.
El Papa también recuerda que “la Iglesia siempre ha sido una casta meritoria , una pecadora. Digámoslo mejor: una parte, porque la gran mayoría va en sentido contrario, busca el camino correcto. Pero es innegable que personajes de diversa índole y densidad, eclesiásticos y muchos falsos laicos amigos de la Iglesia, contribuyeron a disipar el patrimonio mueble e inmueble no del Vaticano, sino de los fieles. El Evangelio me llama la atención cuando el Señor pide elegir: o sigues a Dios o sigues al dinero. Fue Jesús quien dijo eso, no es posible ir tras ambos ”.
Y recuerda lo que siempre le decía su abuela, a la que tenía mucho cariño: “Ella, que ciertamente no era teóloga, siempre nos decía a los niños que el diablo entra por los bolsillos. Ella tenía razón ".
Así como tenía razón la anciana que el entonces cardenal Bergoglio encontró en un barrio pobre de Buenos Aires el día de la muerte de São João Paulo II : “Estaba en un autobús, yendo a un barrio pobre, cuando me llegó la noticia de que estaba dando vuelta al mundo. Durante la misa, pedí rezar por el difunto Papa. Después de la celebración, una mujer muy pobre se me acercó, me pidió información sobre cómo elegir al Papa, le hablé del humo blanco, de los cardenales, del cónclave. Cuando ella me interrumpió y dijo: 'Escucha, Bergoglio, cuando seas Papa, recuerda comprar un cachorro primero. Le respondí que difícilmente me convertiría en Papa, pero le pregunté, si lo hacía, por qué debería llevarme al perro. Porque cada vez que vayas a comer -fue su respuesta- dale primero un pedacito. Si se recupera, siga comiendo. Evidentemente fue una exageración, pero se dio cuenta de la idea de que el pueblo de Dios, el pobre entre los más pobres del mundo, tuvo la casa del Señor a través de profundas heridas, luchas internas y malas prácticas ”.
A menudo, especialmente en los últimos meses, se ha descrito a Francisco como un hombre profundamente solitario, rodeado por la Curia romana.. Y es él mismo quien habla de esto: “¿Si estoy solo? Pensé en eso. Y llegué a la conclusión de que hay dos niveles de soledad: alguien puede decir: 'yo siento solo porque los que deberían colaborar no colaboran, porque los que deberían ensuciarse las manos por los demás no lo hacen, porque no siguen mi línea' o cosas así que, y esta es una funcional, digamos, soledad. Luego hay una soledad sustancial, que no siento, porque he conocido a muchas personas que se arriesgan por mí, que ponen su vida en juego, que luchan con convicción porque saben que estamos en el lado correcto y que el camino recorrido, a pesar de mil obstáculos naturales y resistencia, es correcto. Hubo ejemplos de crímenes, de traiciones, que hieren a los que creen en la Iglesia. Estas personas ciertamente no son monjas de clausura ”.
Bergoglio no sabe si su pontificado ganará la batalla de reformas que le indicaron las congregaciones generales de cardenales, realizadas tras la dimisión de Benedicto XVI y antes del cónclave que le eligió.
“Sé - especifica el Papa - que debo hacerlo, fui llamado a hacerlo. Entonces será el Señor quien dirá si hice bien o si hice mal. Sinceramente, no soy muy optimista, pero confío en Dios y en los hombres fieles a Dios. Recuerdo que cuando estaba en Córdoba , recé, confesé, escribí. Un día, fui a la biblioteca a buscar un libro y encontré seis o siete volúmenes sobre la historia de los papas, e incluso entre mis antiguos predecesores encontré algunos ejemplos que no son realmente edificantes ”.
A sus oponentes, responde: "Criticar al Papa no significa estar en su contra". Y agrega: “No diría la verdad si dijera que la crítica te hace sentir bien. A nadie le gustan, sobre todo cuando las abofetean, cuando son malas, si las dicen de mala fe y con malignidad. Sin embargo, con igual convicción digo que la crítica puede ser constructiva, y luego las asumo todas, porque la crítica me lleva a examinarme, a hacer un examen de conciencia, a preguntarme si cometí un error, dónde y por qué me equivoqué, si lo hice bien, si lo hice mal, podría hacerlo mejor. El Papa escucha todas las críticas y luego ejerce el discernimiento, para comprender qué conduce al bien y qué no. Discernimiento que es la pauta de mi camino, sobre todo, sobre todo. Y aquí, la comunicación honesta sería importante para decir la verdad sobre lo que está sucediendo dentro de la Iglesia.
Y, cuando se le pregunta si tiene miedo, responde: “¿Y por qué debería tenerlo yo? No temo consecuencias contra mí, no temo nada, actúo en nombre y por petición de nuestro Señor. ¿Soy inconsciente? ¿Me falta un poco de prudencia? No sabría qué decir, el instinto y el Espíritu Santo me guían, el amor de mi gente maravillosa que sigue a Jesucristo me guía. Y además, rezo, rezo mucho. Todos nosotros en este momento difícil debemos orar mucho por lo que está pasando en el mundo ”.
Los últimos pensamientos son sobre el regreso de los contagios. Después de tres semanas sin el habitual beso de los fieles, Francisco volvió a decidir celebrar las Audiencias Generales de los miércoles solo en streaming , en la biblioteca privada del Palacio Apostólico .
"Son días de gran incertidumbre", admite el Papa. “Rezo mucho, estoy muy, muy, muy cerca de los que sufren, estoy cerca de la oración de los que ayudan a las personas que sufren por motivos de salud y más allá”.
Y, sobre la hipótesis de un nuevo encierro también en Italia con la posibilidad de que las iglesias vuelvan a cerrarse, como sucedió en Semana Santa , especifica: “No quiero entrar en las decisiones políticas del gobierno italiano, pero cuento una historia que me disgustó. : Escuché de un obispo que dijo que, con esta pandemia, la gente 'se acostumbró' - él dijo así - a ir a la iglesia, que ya no se arrodillarán ante un crucifijo ni recibirán el cuerpo de Cristo. Digo que si estas 'personas', como las llama el obispo, vinieron a la iglesia por costumbre, entonces es mejor que se queden en casa. Es el Espíritu Santo quien llama a las personas. Quizás, después de esta dura prueba, con estas nuevas dificultades, con el sufrimiento que entra en las casas, los fieles serán más reales, más auténticos ”.
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