Con Miguel nos conocíamos hace muchos años,
superficialmente como hermanos cristianos.
Hace unos
ocho años desarrollando una actividad
social en el CHPR, acompañando a niña/os
y familiares de larga estadía en el mismo se presenta esta situación. Nuestras hijas trabajan en el mismo. Una tarde de verano mucho calor, una de ellas nos llama pidiendo un sacerdote
para un niño muy grave, acompañado por su abuela, le comentamos a Raúl con el que estábamos
en ese momento y él se ofrece a venir al hospital.
Luego de visitar
al enfermito nos disponíamos a salir y una funcionaria nos llama dirigiéndose a
Raúl: Padre
usted no
podría ver si es posible abrir la
Capilla
que hace mucho tiempo permanece
cerrada y es de gran apoyo para muchos
pacientes y familiares. Raúl queda
sorprendido por el pedido y por la situación planteada, le contesta que él es
de Florida pero que averiguaremos y
trataremos de dar alguna solución.
A partir de ahí comenzamos la
tarea, llamamos a varios lados, todos decían que la Capilla funcionaba, inclusive el encargado de pastoral; quién nos
dice debemos hacer un curso antes de asistir al hospital ….
Concurrimos nuevamente al lugar y todos los funcionarios concuerdan en que
hace mucho no funciona, agregando detalles de usos muy contrarios a su finalidad….Luego
de otros intentos un día encontramos al obispo Dn: Miltón Trócolli, le narramos nuevamente el hecho y se compromete darle solución. Así fue luego de casi año y medio se dio
la reapertura de la Capilla, al frente de
la misma el diácono Miguel ZINOLA. A partir de ahí comenzamos una tarea de restauración de la misma. A decir verdad Miguel se puso al hombro la tarea, sin descuidar la atención de familiares y
pacientes. Al cabo de unos dos años el lugar no era el mismo que se había recibido. Miguel
a pechazos consiguió materiales, pinturas
dejando un lugar modesto pero acogedor.
Los ROPEROS, con ajuares para bebes, ropas para madres en
situaciones muy precarias, cunas algún
alimento postparto. Una tarea
completa. Cuando todo lo tuvo
perfectamente aceitado y funcionando,
los ineptos de siempre colocados en lugares al cual nunca
debieron llegar, deciden el traslado de Miguel. Ahí, declaro haber conocido a un ser humano especial,
sin reproches, sin escándalos acepta la decisión. Conocido el exabrupto
le ofrezco todo nuestro apoyo para pelear por una insólita medida por
quién desconoce el mínimo detalle de lo realizado, un personaje de oficina menor. Nos dice
no, no, hay infinidad de lugares
donde se puede dar una mano, dejémoslos ya
cambiarán las cosas
De todas
formas su presencia en el Hospital Pereira Rossell quedó impregnada, las
enfermeras, personal médico, auxiliares
cuando necesitaban ayuda espiritual
acudieron hasta hace pocas horas
al siempre dispuesto,
Miguel ZINOLA. Cuentan
las muchachas del servicio que
una madrugada a las 2.30 un bebito
entra en crisis, los papás que ya
habían estado conversando con Miguel, desesperados le llaman, antes de las tres de la madrugada Miguel
estuvo con ellos hasta el desenlace fatal pasadas las seis. Múltiples anécdotas podemos contar del
trabajo silencioso y evangélico de Miguel;
otra madrugada de invierno lluvioso recibe el llamado urgente, no conseguía taxi y esto lo demoró algo, al
llegar una joven pareja le
abrazan llorando porque hubieron querido bautizar a la beba. Él,
Miguel, sacando fuerzas de su más intimo
rincón les dice; veo ustedes tenían el mayor deseo de bautizarle, ellos contestan juntos si claro ¡!; Miguel les dice USTEDES CON VUESTRO DESEO LE
BAUTIZARON!! Queden reconfortados El
Señor les escuchó, son muy jóvenes
podrán formar una muy linda familia. Nos contaban los presentes en ese momento el
alivio de esos jóvenes padres, que luego
se sentaron por largo rato conversando con un Miguel receptivo, sencillo, humano. Este relato llegó a oídos de alguien que le reprochó su actitud……
Tremendamente dolidos por este
trance que vive la familia, sus múltiples
hermanos, pero con la certeza que la siembra permanente de Evangelio le
tuvo reservado un lugar de privilegio junto
al Padre
MaríaCristinaScarrone-JoséEduardoBernadá
Ceb.SanFelipeySantiago
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