“en la misma barca” con todos nuestros compatriotas, zarandeados por un tsunami que no deja de sorprendernos, en un momento de crisis y gran incertidumbre. "
NO, SEÑORES OBISPOS NO, TODOS EN LA MISMA BARCA NO!, UNOS EN CRUCEROS DE LUJO CON PANTAGRUÉLICAS COMIDAS, OTROS EN BARCAZAS A LA DERIVA, OTROS EN BALSAS, OTROS PRENDIDOS A TABLONES TODOS A MERCED DE LOS TIBURONES DEL CAPITALISMO SALVAJE. NO PUEDEN DECIR TODOS EN LA MISMA BARCA ES DESCONOCER LA REALIDAD COMO TANTAS VECES LE OCURRE A LA IGLESIA. en otro tramo leemos: la importancia y la necesidad del trabajo para dar lugar a una nueva “normalidad” en la que nadie quede excluido.
Otra errónea interpretación, si es nueva no, es normalidad y si volvemos a la normalidad, la crisis, la pandemia no nos enseñó nada, no aprendimos nada, ni la sociedad ni la iglesia, ninguno somos iguales desde el 13 de marzo de 2020.
Como muchos obligados se alejan de sus trabajos, muchos se alejan de la iglesia. Así como el trabajo se verá afectado desde las raíces, la iglesia le pasará lo mismo, no se puede seguir como antes, ya la gente no cree en pontificaciones de púlpito, espera compromisos vitales, espera una iglesia al lado del pueblo despojado, de compromisos con los gobiernos, tratando de no molestar y así poder seguir disfrutando de la tranquilidad.
Los hermanos de la iglesia METODISTA nos presentaron hace unos días una valiente y comprometida toma de posición ante LA CRISIS NACIONAL que se quiere esconder bajo el rótulo " es lo mismo en todo el mundo" Ayer éramos los campeones mundiales del control de la pandemia y salíamos a decirlo noche tras noche, hoy somos campeones en contagios y muertes por cien mil habitantes; no hacemos más CONFERENCIAS DE PRENSA.
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