En una breve pero firme declaración, en la que, a pesar de su buena sintonía con el Vaticano, intentó mostrarse distante de las presiones, el primer ministro italiano, Mario Draghi, aseguró hoy que su país "es un Estado laico", tras la preocupación que generó en la Santa Sede un proyecto de ley contra la homofobia que, según la Santa Sede, puede reducir la libertad religiosa.
"Italia es un Estado laico. Sin duda, el Parlamento es libre de debatir y más", dijo Draghi al Senado, al presentar un informe de gestión.
La sentencia de Draghi se produjo horas después de escuchar una petición del Vaticano para cambiar algunos puntos de una ley contra la homofobia que el Senado del país europeo debe debatir y que, según la Santa Sede, pone en peligro la libertad religiosa garantizada en los acuerdos bilaterales, especialmente el llamado" Concordato".
Se cumplirá el Concordato
"Nuestro sistema legal contiene todas las garantías para cumplir con los compromisos internacionales, incluido El Concordato. Existen controles preventivos en las comisiones parlamentarias. Hay controles posteriores en el Tribunal Constitucional", dijo hoy Draghi.
En ese contexto, el premier afirmó que "el Gobierno no entra en los méritos de la discusión" sino que "este es el momento del Parlamento", después de que el proyecto de ley ya había recibido un primer respaldo de los diputados en noviembre pasado.
La reacción de Draghi se produjo después de que se revelara que el Vaticano advirtió a Italia este mes que algunos puntos de un proyecto de ley en discusión en el Senado contra la homofobia y la transfobia "reducen la libertad religiosa" garantizada por el Concordato, el acuerdo que regula las relaciones entre la Iglesia y el Estado italiano desde 1929, actualizado en 1984. , y se refirió a su "preocupación" por el texto.
"Algunos contenidos actuales de la propuesta (...) reducir la libertad otorgada a la Iglesia Católica por el artículo 2, párrafos 1 y 3 del acuerdo de revisión del concordato", dijo la Santa Sede al Gobierno italiano en una "Nota Verbal" presentada la semana pasada, informó el diario Corriere della Sera.
La misiva, que según el periódico fue pronunciada por el llamado "canciller"vaticano Paul Richard Gallagher, advierte de que algunos aspectos de la norma, aprobada por la Cámara en noviembre, van en contra del marco legal que regula la existencia de la Iglesia en el país.
"Ciertamente, hay preocupación de la Santa Sede y de cada uno de nosotros" por el texto, dirigido ayer, en la misma dirección, al prefecto del Dicasterio para Los Laicos, la Familia y la Vida, el cardenal Kevin Farrell,cuando fue consultado por la carta en una conferencia de prensa.
Según corriere,la preocupación de la Santa Sede es la "libertad de organización, el ejercicio público del culto, elejercicio del magisterio yel ministerio episcopal" y la garantía "a los católicos y sus asociaciones y organizaciones de la plena libertad de reunión y manifestación del pensamiento con la palabra, la escritura y cualquier otro medio de difusión".
Problema para las escuelas católicas
Uno de los puntos de preocupación para el Vaticano, según Corriere, es que, con el texto actual del proyecto, conocido como la " LeyZan", las escuelas católicas privadas no estarían exentas de organizar actividades durante el futuro Día Nacional contra la Homofobia.
Al mismo tiempo, la nota presentada por el Secretario de Relaciones con los Estados Vaticanos a la Embajada de Italia ante la Santa Sede advierte de la " libertad de pensamiento de loscatólicos" y las posibles consecuencias legales.
"Pedimos que se tengan en cuenta nuestras preocupaciones", dijo Gallagher en la carta, según Corriere,sobre el proyecto, que también genera divisiones dentro del partido gobernante italiano
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