"Hay otro tipo de indiferencia encubierta por la piedad religiosa. Es la indiferencia de la que se han acostumbrado a vivir la religión como una "práctica externa" o una "tradición rutinaria". Todos tenemos que escuchar la queja de Dios. Jesús nos recuerda con las palabras pronunciadas por el profeta Isaías: 'Este pueblo me honra con sus labios, pero sus corazones están lejos de mí'", escribe José Antonio Pagola, teólogo español, autor de varios libros, como"Jesús: Un enfoque histórico" (Ed. Vozes, 2007), en un artículo publicado por Religión Digital, 23-08-2021. La traducción es de Wagner Fernandes de Azevedo.
Aquí está el artículo.
La crisis religiosa se está decantando gradualmente hacia la indiferencia. Ordinario no se puede hablar bien de ateísmo, ni siquiera de agnosticismo. Lo que mejor define la actitud de muchos es una indiferencia religiosa,donde no hay más preguntas, ni dudas, ni crisis.
No es fácil describir esta indiferencia. La primera observada es la ausencia de inquietud religiosa. Dios no importa. Se vive despreocupado, sin nostalgia ni horizonte religioso. Esto no es una ideología. Es, por lo tanto, una "atmósfera envolvente" donde la relación con Dios se diluye.
Hay varios tipos de indiferencia. Algunos están experimentando actualmente un distanciamiento progresivo; son personas que cada vez se distancian más de la fe, cortan lazos con los religiosos, se alejan de la práctica; poco a poco, Dios saldrá en sus conciencias. Otros viven simplemente absorbidos por las cosas de cada día; nunca he estado muy interesado en Dios; probablemente recibió una educación religiosa frágil y deficiente; hoy se les olvida de todo.
En algunos, la indiferencia es el resultado de un conflicto religioso a veces vivido en secreto; han sufrido miedos o experiencias frustrantes; no guardan buenos recuerdos de lo que vivieron cuando eran niños o adolescentes; no quieren oír hablar de Dios, porque les duele; defenderse olvidándolo.
La indiferencia de los demás es más bien el resultado de diferentes circunstancias. Dejaron a la gente pequeña y viven hoy diferentemente en un ambiente urbano; Se casaron con alguien insensible a los religiosos y cambiaron sus caminos; se separaron de su primer cónyuge y viven en una situación de pareja "no unida" por la Iglesia. No es que estas personas hayan tomado la decisión de abandonar a Dios, pero de hecho sus vidas se están distanciando de él.
Hay otro tipo de indiferencia encubierta por la piedad religiosa. Es la indiferencia de la que se han acostumbrado a vivir la religión como una "práctica externa" o una "tradición rutinaria". Todos tenemos que escuchar la queja de Dios. Jesús nos recuerda con las palabras pronunciadas del profeta Isaías: "Este pueblo me honra con sus labios, pero sus corazones están lejos de mí".
Nota del Instituto Humanitas Unisinos - IHU
Del 4 de junio al 10 de diciembre de 2021, la IHU celebra el XX Simposio Internacional de la IHU. (I)Relevancia pública del cristianismo en un mundo en transición, que pretende debatir transdisciplinariamente los desafíos y posibilidades del cristianismo en medio de las grandes transformaciones que caracterizan a la sociedad y a la cultura actual, en el contexto de la confluencia de diversas crisis de un mundo en transición.
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