Un grupo de ciudadanos nos concentramos ayer frente a la subdelegación del Gobierno, para exigirle que declare nulas las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia, cuyas propiedades no estén debidamente acreditadas y justificadas legalmente.
La Plataforma estatal Recuperando lleva años reivindicando que se cuenten también los que se inmatricularon entre 1.946 y 1.998. En total son cerca de 100.000 inmuebles de todo tipo: iglesias, conventos, fincas, pisos, garajes, terrenos rurales etc...
Y se pide una entrevista con el Presidente del Gobierno para que pueda escuchar sus propuestas. Entregaron por escrito en la subdelegación la petición de entrevista.
Estas concentraciones han tenido lugar en unas 20 ciudades de España.
Fue un abuso la llamada ley Aznar que concedió a los obispos la facultad de que pudieran actuar prácticamente como notarios, pues sólo su palabra valía para acreditar la propiedad de un bien. La Mezquita de Córdoba se inmatriculó por 30 euros.
La Iglesia no puede, no debe acaparar bienes, riquezas y posesiones de todo tipo porque Jesús quiso que sus discípulos fueran, como Él, pobre: "No lleven ni oro, ni plata, ni monedas de cobre, ni provisiones para el viaje, ni bastón; solamente la ropa y el calzado que lleven puesto". Y al joven rico que quería seguirlo le diría: "vende todo lo que posees y dáselo a los pobres"
¿Cómo la Iglesia, que debe seguir estos preceptos de Jesús, se ha olvidado de su mensaje y ha cumulado cientos de miles de bienes de todo tipo y grandes fortunas y riquezas?
Por eso los creyentes debemos apoyar estas reivindicaciones e ir mucho más allá, exigiendo a los obispos ser fieles al evangelio de Jesús. Deben desprenderse de tantos bienes y, por descontado, aquellos de los que no tiene la debida justificación, porque esto para la Iglesia es otro gran escándalo como lo es la pederastia de los clérigos. Los que no sean de la Iglesia, que se les devuelva a sus legítimos dueños.
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