Estimado hermano Eduardo, lamento mucho el momento que estás pasando por la situación de tu hermana. Yo te puedo decir que estaré rezando para que pueda salir de este duro trance, pues confío en lo que Dios puede hacer a través del equipo médico que la atiende, y también en su propia fuerza interior que la ayuda a sobrevivir. En fin, no pierdan la esperanza.
Por
lo de ayer, no te preocupes, pues salió todo muy bien, con la
colaboración de muchas personas. Estaba el templo lleno y a tento. Eso
me emocionó mucho y me recompensa con creces el esfuerzo. Ya veré la
oportunidad de hacerte llegar un ejemplar. Gracias por el saludo de
Jorge Alonso a quien tanto aprecio.
Recibe un fuerte abrazo con el afecto y la gratitud de siempre.
Ademar Olivera..
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