- Soy de los que hoy se siente más orfanado eclesialmente que ayer.
- Me temo que las últimas naciones del mundo han perdido hoy a uno de sus mayores partidarios, dejando el camino aún más abierto para las políticas inhumanas de Trump y de quienes siguen su ejemplo.
- Es cierto que dejó muchas puertas entreabiertas. Pero también es cierto que no abordó la cuestión del poder o de la "conversión del papado" a la que se refería en su programa de gobierno.
- Por ahora, hay que esperar a ver qué pasa cuando se elige al sucesor: alguien que prolongue su proyecto de reforma o alguien que lo obstaculice y bloquee.
El artículo es de Jesús Martínez Gordo, doctor en Teología Fundamental y sacerdote de la Diócesis de Bilbao, profesor de la Facultad de Teología de Vitoria-Gasteiz y del Instituto Diocesano de Teología y Pastoral de Bilbao, publicado por Religión Digital, 22-04-2025.
Aquí está el artículo.
Soy de los que hoy, después de la muerte del Papa Francisco, se siente más orfanético eclesialmente que ayer. Hemos perdido a un Papa que, desde el primer minuto de su elección, dijo que se preferiría a los pobres durante su mandato al frente de la Iglesia Católica. Y serían coherentes con el programa proclamado por Jesús de Nazaret en el Monte de las Bienaventuranzas y en la parábola del Juicio Final: "Cada vez que lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis". Esto quedó claro con inusitada claridad en su primer viaje fuera del Vaticano, a la isla de Lampedusa, el 8 de julio de 2013. Allí, acompañado por decenas de embarcaciones, muchas de ellas de pesca, se acercó al monumento en memoria de los migrantes que murieron en el mar. Y luego, después de lanzar una guirnalda de flores en memoria de quienes perdieron la vida en los viajes en busca de un futuro mejor, se reunió con los inmigrantes presentes en la isla. Los saludó uno por uno e intercambió algunas palabras con algunos de ellos. Me temo que las últimas naciones del mundo han perdido hoy a uno de sus mayores partidarios, dejando el camino aún más abierto para las políticas inhumanas de Trump y de quienes siguen su ejemplo.
Me temo que las últimas naciones del mundo han perdido hoy a uno de sus mayores partidarios, dejando el camino aún más abierto para las políticas inhumanas de Trump y de quienes siguen su ejemplo: Jesús Martínez Gordo
TweetPero los maltratados en la Iglesia también estuvieron presentes durante su pontificado, empezando por los que sufrieron abusos sexuales, de conciencia o espirituales. Era difícil para él reconocer que también había mucho que limpiar en la Iglesia. Su viaje a Chile (enero de 2018) fue el momento en que se dio cuenta de que había sido insensible a las acusaciones, pidió perdón a las víctimas e inició un proceso de escucha, reparación, protección y monitoreo, especialmente para los más vulnerables. Es un programa que, desde entonces, ha permanecido abierto y no ha podido —según sus críticos— ir un poco más allá: revisar y reformar profundamente un poder eclesiástico que, durante siglos, toleró y ocultó tales comportamientos, que, además de pecados, son delitos.
No segundo objetivo de seu pontificado, aquele referente à reforma da Cúria Vaticana e ao que ele chamou de "conversão do papado", ele foi um Papa que deu alguns passos importantes: recuperou para a Igreja a chamada "sinodalidade", isto é, a necessidade de que todos os batizados (portanto, não apenas bispos e padres) tenham voz ativa em seu progresso, governo e ensino. Francisco está comprometido em superar o clericalismo que atormenta a Igreja há séculos. É verdade que, como resultado de tal aposta, ela deixou muitas portas entreabertas. Mas também é verdade que ele não abordou, de uma perspectiva estrutural, a questão do poder ou da "conversão do papado" à qual se referiu em seu programa de governo. Até hoje, a hierarquia eclesiástica permanece envolta em um modelo unipessoal, absolutista e monárquico, inaceitável por sua coerência com o que Jesus Cristo disse e propôs: em Pedro, Jesus fundou a Igreja e é a este último (e, portanto, não apenas à hierarquia) que ele entrega o poder de "ligar e desligar". Isto significa que o poder na Igreja deve ser, no mínimo, codecisivo.
É verdade que ele deixou muitas portas entreabertas. Mas também é verdade que ele não abordou — de uma perspectiva estrutural — a questão do poder ou a 'conversão do papado' a que se referiu em seu programa de governo — Jesús Martínez Gordo
TweetAqueles mais simpáticos à abordagem cautelosa de Francisco ao poder na Igreja sempre pediram atenção à crescente influência de forças ultraconservadoras não apenas na esfera civil, mas também na esfera eclesiástica. E, portanto, para não acordar a “fera”; especialmente se não se quiser provocar uma divisão irreparável, motivada — segundo tais defensores — por uma estratégia mais cega e ignorante do que prudente e inteligente do que aquela que se move na Igreja. É verdade. Mas também é verdade que a crescente presença de forças involucionárias e o medo excessivo de ruptura não justificam nem podem esconder os "exílios internos" em que muitos católicos levam uma existência miserável — mesmo em nossa época — nem os abandonos, às vezes em cascata, por essas ou outras razões semelhantes. Basta perguntar aos alemães, por exemplo.
A crescente presença de forças involucionárias e o medo excessivo de ruptura não justificam nem podem esconder os 'exílios internos' em que muitos católicos levam uma existência miserável — mesmo em nossa época — nem os abandonos, às vezes em cascata, por essas ou outras razões semelhantes — Jesús Martínez Gordo
TweetProvavelmente o ponto mais problemático do seu pontificado tenha sido a sua recusa – comunicada desde o início – em abrir as portas de acesso ao sacerdócio ordenado às mulheres. É verdade que ele colocou mulheres à frente de algumas instituições do Vaticano. Mas também é verdade que ele justificou tais nomeações pela “participação” em seu poder como Papa, não como mulheres batizadas ou ordenadas.
Por último, hay otro punto por el que pasará a la historia: Francisco, además de ser el Papa de los pobres, de la sinodalidad, de la reforma de la curia y del diálogo ecuménico e interreligioso, fue también el Papa de la libertad. A diferencia de sus predecesores y de muchos obispos, dijo lo que tenía que decir, pero escuchó y permitió que otros hablaran y actuaran libremente.
Dijo lo que tenía que decir, pero escuchó y dejó que la gente hablara y actuara libremente: Jesús Martínez Gordo
TweetPor ahora, solo queda esperar a ver qué sucede cuando se elija al sucesor de este inolvidable Francisco: si será alguien que prolongue su proyecto de reforma u otro que lo obstaculice y bloquee.
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