jueves, 1 de enero de 2015

CRISTIANOS ENRED. COMUNIDAD DE LA COSTA SANTA ROSA DE LIMA.

Una comunidad en la calle...

Cada inicio de año la comunidad parroquial de Santa Rosa de Lima, en El Pinar, celebra una asamblea para evaluar el año anterior y acordar las prioridades para el nuevo año. Este 2014 las prioridades acordadas en la asamblea fueron: el impulso a las pequeñas comunidades y la salida a misionar.

San Benito Misión 2014
En el correr del año se formaron y consolidaron nuevas pequeñas comunidades, espacios de encuentro fraterno entre hermanos y con la Palabra que interpela y anima, pero también espacios de integración de la comunidad con el barrio y del barrio con la comunidad.
Para preparar una misión parroquial, entrado el año empezó a funcionar una comisión abierta a toda la comunidad. En sucesivos encuentro mensuales, bajo la luz del Evangelii Gaudium y con la participación de entre veinte y treinta personas se acordó el “dónde”, el “cuándo”, el “quienes” y el “cómo” de la misión.
El lugar sería Colinas de Solymar, en la periferia del territorio parroquial, al norte de la ruta Interbalnearia. Un barrio humilde cuya población aumentó rápidamente durante la última crisis económica hasta superar los cinco mil habitantes. En la parte vieja del barrio hay una capilla dedicada a San Benito. En los últimos tiempos el invierno eclesial llegó a Colinas de Solymar y se instaló pese al esfuerzo y la dedicación de algunos parroquianos…, y la comunidad cristiana local entró en un período de hibernación.
El momento sería la semana previa a la Navidad, cuando los días son más largos y propicios para recorrer el barrio y cuando la celebración del nacimiento de Jesús invita al encuentro.
Los convocados a la misión serían todos los integrantes de la comunidad, adultos, jóvenes y niños, personas con capacidad de empatía y que hubieran experimentado un encuentro con Jesús.
El modo de misionar: ir al encuentro de cada vecino, escucharlo con el corazón y dar testimonio de una comunidad abierta que vive la alegría del Evangelio.
Cerca de cincuenta misioneros, en grupos de tres o cuatro, el grupo de Jóvenes y el grupo de Infancia y Adolescencia Misionera, recorrimos las treinta manzanas que forman el barrio en las tardecitas de la semana previa a Navidad. En cada encuentro, nos presentamos, regalamos un plantín de tomate o zapallo como signo de amistad, escuchamos lo que cada uno quería compartir y finalmente dimos a conocer la comunidad e invitamos a un encuentro festivo y otro celebrativo para el sábado y domingo siguientes.
foto plantín 3
 
    
La amplia mayoría de los vecinos nos recibió cordialmente y pudimos transmitir lo que la comunidad de San Benito ofrece al barrio. Con muchos pudimos además tener una comunicación franca y profunda. El fin de semana nos reencontramos con muchos de ellos durante el festejo del sábado, entre música y torta fritas, o durante los pesebres actualizados que los grupos de niños de la comunidad prepararon como “previa” a la misa de celebración de la Navidad.

Para algunos vecinos, esta fue una semana de reencuentro con la comunidad cristiana, para otros fue un descubrimiento encontrar que los cristianos de la Iglesia Católica forman comunidades vivas y alegres. Para los novatos misioneros, fue un gozo poder encontrarnos con tantos rostros antes sin nombre, poder aprender de sus historias, y poder ser instrumento de un Dios que quiere ser alimento para cada uno, para que ninguno se pierda.

MP

 

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