(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha recibido
esta mañana a una representación de los niños de Acción Católica Italiana, para
la felicitación navideña. En Navidad resonará el anuncio del ángel a los
pastores: “No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para
todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es
el Mesías, el Señor”.
El nacimiento de Jesús –ha asegurado el Papa– es anunciado como
una “gran alegría”, originada por el descubrimiento que Dios nos ama y, a
través del nacimiento de Jesús, se hace cercano a nosotros para salvarnos.
“Somos amados por Dios, ¡qué cosa maravillosa!”, ha exclamado.
Cuando estamos un poco tristes, cuando parece que todo va mal,
cuando un amigo o una amiga nos decepciona, o más bien nosotros nos decepcionamos
a nosotros mismos, pensemos: “Dios me ama”, “Dios no me abandona”, ha sido la
invitación del Papa.
“Nuestro Padre es siempre fiel a nosotros y no para un instante
de querernos, de seguir nuestros pasos y también y también de seguirnos cuando
nos alejamos un poco. Por esto en el corazón del cristiano siempre hay
alegría”, ha añadido.
Y esta alegría –ha asegurado– se multiplica compartiéndola. “La
alegría acogida como un don pide ser testimoniada en todas nuestras
relaciones”, ha recordado el Pontífice.
Haciendo referencia al eslogan que este año tiene los niños de
Acción Católica “CIRCOndati
de GIOIA”, (rodeados de alegría), el Santo Padre ha asegurado que
es sugerente la metáfora del circo, que es una experiencia de fraternidad, de
alegría y de vida “nómada”.
La imagen del circo –ha precisado– puede ayudar a sentir la
comunidad cristiana y el grupo al que pertenecen como una realidad misionera,
como se mueven de país en país, de camino en camino “CIRCOndando” de alegría a
los que encuentran cada día.
De este modo, el Santo Padre ha asegurado que anunciando a todos
el amor y la ternura de Jesús, convirtiéndose en apóstoles de la alegría del
Evangelio. “Y la alegría es contagiosa”, ha añadido.
El Santo Padre ha dado a los niños una tarea. Esta alegría
contagiosa debe ser compartida con todos pero de forma especial “con los
abuelos”. De este modo, les ha pedido que hablen a menudo con los abuelos,
preguntarles cosas, escucharles, porque ellos tienen “la memoria de la
historia, la experiencia de la vida”. Y esto será un gran don que “os ayudará
en vuestro camino”.
Finalmente, el Pontífice ha observado que también es contagioso
“vuestro compromiso por la paz”. Tal y como ha recordado el Papa, este año los
niños han unido la palabra “paz” con la palabra “solidaridad”, con una
iniciativa a favor de sus coetáneos de un barrio desfavorecido de Nápoles. “Es
un buen gesto, que indica el estilo con el que queréis anunciar el rostro de
Dios que es amor”, ha precisado.
Para concluir, Francisco les ha deseado una feliz y santa
Navidad.
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