"Es desesperante ver que algunos líderes políticos y militares israelíes abusan de temas bíblicos para legitimar sus acciones mortales. Dañan la imagen de su religión y de todas las religiones del mundo", escribe Mons. Johan Bonny , obispo de Amberes , en un artículo publicado por CathoBel , 11-09-2023. La traducción es de Luisa Rabolini .
El artículo. Rara vez, de hecho nunca, pienso en el Papa Pío XII (1876-1958). Excepto en estos últimos días y semanas, después de la violencia de Hamás del 7 de octubre y los bombardeos en Gaza . El Papa Pío XII habría permanecido neutral durante demasiado tiempo, no habría reaccionado con la dureza necesaria contra la poderosa Alemania . Esto le valió el apodo de “Papa nazi” en ciertos círculos.
¿Dónde comienza y termina el silencio culpable?
Del pasado al presente sólo hay un pequeño paso. En el periódico de hoy leí que en Gaza ya han muerto cuatro mil niños , es decir, unos cuatrocientos al día. " Gaza se ha convertido en un cementerio para niños ", afirmó el portavoz de UNICEF, James Elder . "Y es un infierno para todos". Occidente reacciona con confusión y contradicción . Muchos adoptan una posición "neutral". Sin embargo, las grandes potencias militares apoyan al ejército israelí. Porque “¡todo es muy complejo!” O: "¡Debemos defender una democracia occidental como Israel !" ¿Por qué estoy sentado aquí como obispo y guardo silencio? ¿De quién y qué debo cuidar?
La coartada ideal
Vivo en la ciudad flamenca que tiene la comunidad judía más grande del país. Tengo muchos conocidos en la comunidad judía. Soy miembro del Consejo Consultivo de Cristianos y Judíos de Bélgica. ¿Debo hablar o permanecer en silencio y para quién? ¿Quién será mi amigo o mi enemigo cuando hable? De hecho, es una historia compleja. Israel tiene derecho a existir y defenderse, eso nadie lo cuestiona. Pero los palestinos también tienen derecho a existir y a defenderse. Desafortunadamente, todos los esfuerzos destinados a lograr una solución de dos Estados fueron boicoteados sistemática y estratégicamente, hasta que una explosión predecible proporcionó la coartada ideal. La explosión ocurrió. La ofensiva final parece haber comenzado. Ya nadie cree en la coexistencia pacífica en el antiguo territorio bajo mandato de Palestina . Los niños deben morir. Los jóvenes deben irse. Otros se radicalizarán (¿qué más podrían hacer?). Y después de Gaza , le seguirá Cisjordania . ¿Dónde están los derechos humanos y el derecho internacional? Como obispo quiero limitarme a mi ámbito, el de la fe. Los cristianos y los judíos comparten en gran medida los mismos escritos sagrados, los libros que llamamos Antiguo Testamento . Pero en nuestra interpretación de estos escritos, en ningún caso estamos en la misma línea después de la muerte y resurrección de Jesucristo . Esta diferencia no se refiere a aspectos accesorios, sino al corazón del problema: el hecho de que el amor de Dios y la salvación de Dios ya no están vinculados a un país, a una raza o a una cultura específicos. En el centro del cristianismo está la universalidad de la salvación . Todos los derechos y deberes asociados a la fe cristiana tienen un significado universal. Trascienden todos los intereses privados, incluso todos los intereses religiosos privados.
Religión, sangre y violencia
En consecuencia, según la opinión cristiana, no existe ninguna palabra de Dios en el Antiguo Testamento que, tras la muerte y resurrección de Jesús, pueda legitimar una recuperación violenta o una expansión militar del llamado “país bíblico”. El Dios de Israel es el Padre de todos los pueblos, como dice el Génesis. Es exasperante ver que algunos líderes políticos y militares israelíes abusan de temas bíblicos para legitimar sus acciones mortales. Dañan la imagen de su religión y de todas las religiones del mundo. Pervierten el significado de las más bellas expresiones bíblicas como Elección, Alianza, Promesa, Éxodo, Tierra Prometida o incluso Jerusalén al final de los tiempos. Refuerzan la impresión de que la religión está vinculada a la sangre, la tierra y la violencia. Por supuesto, lo digo como cristiano. Y como cristiano, también debo tratar con prudencia nuestro pasado. Pero lo digo así: gracias por la diferencia esencial –y por tanto el mensaje mismo– por la que Jesús de Nazaret murió en la cruz. Ya en ese momento: un judío palestino de 33 años .
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