: Hace pocas horas ha fallecido a los 96 el teólogo peruano fray Gustavo Guiterrez O.P, "Padre de la Teologia de la Liberacion". Sin duda uno de los teólogos más importantes e influyentes de nuestros tiempos. Gracias por la vida de nuestro hermano Gustavo Gutierrez!! Descansa en Paz....amigo de las y los pequeños. Recién recibimos de Luisa Ripa, de la diócesis de Quilmes este testimonio:
...LA FE, LA ESPERANZA Y LA CARIDAD...”
Anoche me dormí pensando en lo que quería compartir para la próxima fiesta de Todos los Santos... especialmente convocada por nuestros obispos para rezar por la santificación de quienes están en las causas...
Me dormí recordando a Gustavo Gutiérrez.
Porque hace muchos años tuve la gracias de ser convocada por Paco del Campo para ser parte de la organización del primer Seminario de Teología, que se realizó en Brochero.
Y tuve la super gracia de escucharlo a Gustavo Gutiérrez: anoche me dormí pensando que tenía que compartir lo que dijo en Varela entonces.
“Voy por muchos lados de Latinoamérica y me gusta ver la frecuencia con que se elige el nombre del obispo Romero para muchas calles, como homenaje merecido a ese mártir. Pero, sabrá Dios si la fe, la esperanza y la caridad de Romero eran mayores que la de los 40 que murieron en su sepelio... de quienes solamente sabemos que son 40, ni siquiera conocemos sus nombres...”
Porque cada vez me avergüenza más que la estantería de nuestros santos y santas consagrados y propuestos para imitar, son en su inmensa mayoría, curas, obispos, monjas... La lista de los papas santas -y la rapidez de sus causas- me avergüenzan aún más.
En memoria de Gustavo Gutiérrez oremos este 1 de noviembre por tantas mujeres santas, tantos varones santos... A quienes no conocemos y que no tienen chance alguna de ser conocidxs y propuestxs para imitar. Pero que entregaron su vida para el bien de los demás, y lo hicieron en nombre de Jesús.
Propongo mayor seriedad y respeto, mayor apertura, mayor sencillez. Los pasajes del Evangelio que nos llaman a respetar y preferir a lxs últimxs deberían reflejarse en nuestros intentos de santificación.
Que Gustavo Gutiérrez nos envíe desde el cielo la inteligencia y la valentía con la que él pensó y con la que él vivió como un pobre entre los pobres.
Luisa Ripa
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