jueves, 31 de agosto de 2023

El consumismo pone en peligro la vida en la Tierra. Por Leonardo BOFF.- Reiteramos a pedido.....

 Leonardo Boff

Al considerar la historia de la humanidad, encontramos que el hambre fue un problema permanente por un tiempo. Porque a diferencia de los animales, no tenemos ningún órgano especializado que garantice nuestra subsistencia, desde el principio hubo urgencia de buscar lo necesario para satisfacer al jamón, ya era tomar el alimento directamente de la naturaleza o conquistarlo a través del trabajo. .

El gran cambio se produjo hace unos 10 mil años con la introducción de la agricultura de regadío. A lo largo de los grandes ríos de Oriente Medio, Egipto, India y China se intentó utilizar el riego para obtener más productos en la época en que se domesticaban animales como gallinas, cerdos, ovejas y cabras. Se produjeron excedentes, lo que eliminó el hambre.  

Al mismo tiempo, hay una decisión, estalla la guerra, por lo que los ejércitos trajeron alimentos suficientes para enfrentar al enemigo, como por ejemplo entre los imperios mesopotámicos y Egipto, los potenciales políticos de la época.

Todo cambió con la llegada de la era industrial desde los siglos XVII y XVIII hasta nuestros días. Se inició la producción en masa con la posibilidad de satisfacer las demandas humanas. Sin embargo, este desarrollo técnico-científico se produjo en el marco del capitalismo. En él se estableció desde el principio la división entre el propietario, dueño de las tierras y medios de producción, y el trabajador, que sólo posee la fuerza de su trabajo. Esta división se ha exacerbado durante mucho tiempo hasta el punto de que, en la actualidad, los aportes de las riquezas naturales y tecnológicas controlan el sistema económico globalizado con inmensa desventaja para los asalariados, dejando a millones y millones de personas sin acceso a los beneficios fundamentales de la vida. vida.

Esta situación se vio agravada por lo que se denominó la “Gran Transformación”, con la que se transformó una economía de mercado en una sociedad sólo de mercado. Todo se ha convertido en mercancía, desde los órganos humanos, el conocimiento, la verdad, las noticias, etc.

La lógica capitalista es obtener ganancia con todo, mediante la explotación ilimitada de los beneficios y servicios de la naturaleza, mediante una competencia feroz entre todos los mercados, supuestamente libres, y una acumulación individual o corporativa que compite con el Estado en la gestión de lo público. cosa.

Obviamente, la producción busca satisfacer las demandas humanas de alimentos y subsistencia, siempre que dicho proceso sea rentable. La producción misma es llevada al mercado y alcanza su precio en el juego de la competencia, sin cuidar los recursos naturales y la contaminación del medio ambiente (considerada una externalidad a cargo del Estado). Como se trata de generar riqueza ilimitada, comenzaron a fabricar productos que no son necesarios para la vida, pero sí importantes para ganar dinero.

Entonces, junto al consumo necesario, surgió el consumismo. El consumismo se caracteriza por la adquisición de bienes y servicios superfluos, no necesarios para la vida, con el objetivo de obtener beneficios económicos. Gran parte de la producción se destina a la producción de cuentos superfluos que generan consumismo, principalmente de las clases adineradas, pero también de la propia sociedad. Para estimularlo se utiliza publicidad, imágenes que muestran, fotografías seductoras, música, youtubes, películas encaminadas a que la gente consuma tal o cual producto. A los ciudadanos no les interesa su nivel de conciencia y menos aún sus problemas existenciales. Importa que haya consumidores.

El caso es que se ha creado la cultura de la capital. Gran parte de los productos (televisión, automóviles, electrodomésticos, ropa, tenis y un sinfín de cosas más) han caído en obsolescencia, están listos para durar un tiempo limitado, obligando al consumidor a reponerlos, comprarlos y consumirlos.

Prácticamente todos somos rehenes de la cultura del capital, obligándonos a cambiar los productos cada cierto tiempo porque se van quedando obsoletos, como un ordenador, o por absolescencia general. Sabemos de la fuerza intrínseca de una cultura que nos entra por todos los poros y naturaliza el estilo de vida.

Qué difícil y largo es el proceso de superarla por otro lado. Es la cultura consumista, la que continuamente renueva y prolonga la perpetuación del capitalismo.

Sin embargo, en los últimos años nos hemos enfrentado a los límites de la Tierra. Un planeta limitado no tolera el consumismo ilimitado. Ahora necesitamos más Tierra para atender el consumo de 8 mil millones de personas y el consumismo de rapidez y lujo de las clases opulentas.

Démonos cuenta del llamado Día de la Sobrecarga de la Tierra (en inglés The Earth Overshoot Day ). Cada año, las organizaciones que estudian la sostenibilidad del planeta, nos aportan datos. La clave identificada este año 2023 fue el 2 de agosto. Esto significa que en este día los bienes y servicios naturales, esenciales y renovables para nuestra existencia han visto el fondo del pozo. Lógicamente, los árboles, el aire, el suelo y el agua están ahí. Pero todos ellos están empeorando cada vez más, contaminados e insostenibles.

La Tierra, superentidad sistémica y viva, sin darnos lo que exigimos, responde con más calentamiento, con más eventos extremos, con más destrucción de la biodiversidad y más virus nocivos e incluso letales.

Toda la relación se define en la articulación entre biocapacidad y   humanidad ecológica . La biocapacidad es la capacidad de la naturaleza para ser resiliente y autorregenerarse. La huella ecológica nos dice cuánta biocapacidad puede manejar esa región o país. Cuanto más compleja es la región, con ciudades, población e industrias, demandan más recursos naturales.

Actualmente, el aumento del calentamiento global es tan grave como la rápida sobrecarga de la Tierra. Nuestro estilo de vida está agotando la reserva de bienes y servicios necesarios para la vida; Es urgente cambiar nuestro estilo de consumo para que sea sobrio, solidario y autolimitado. XI Jinping propuso a toda China el ideal de una “sociedad suficientemente abastecida”.

Debemos aprender a vivir cómoda y dignamente, reducir el consumo energético y buscar medios de transporte alternativos y menos contaminantes.

Si no logramos este acuerdo entre todos, nuestra existencia en este planeta será miserable y posiblemente imposible.

*Leonardo Boff escribió: Sostenibilidad: qué es y qué no es, Voces 2012.

Traducido por María José Gavito Milano

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