¿ También ustedes se quieren ir ?
El mundo en que vivimos no puede ya ser considerado
como cristiano. Las nuevas generaciones no aceptan fácilmente la visión de la
vida que antes se transmitía de padres a hijos por vía de autoridad. Las ideas
y directrices que predominan en la cultura moderna se alejan mucho de la
inspiración cristiana. Vivimos en una época «poscristiana».
Esto significa que la fe ya no es «algo evidente y
natural». Lo cristiano está sometido a un examen crítico cada vez más implacable.
Son muchos los que en este contexto se sienten sacudidos por la duda, y
bastantes los que, dejándose llevar por las corrientes del momento, lo
abandonan todo.
Una fe combatida desde tantos frentes no puede ser
vivida como hace unos años. El creyente no puede ya apoyarse en la cultura
ambiental ni en las instituciones. La fe va a depender cada vez más de la
decisión personal de cada uno. Será cristiano quien tome la decisión
consciente de aceptar y seguir a Jesucristo. Este es el dato tal vez más
decisivo en el momento religioso que vive hoy Europa: se está pasando de un
cristianismo por nacimiento a un cristianismo por decisión.
Ahora bien, la persona necesita apoyarse en algún tipo
de experiencia positiva para tomar una decisión tan importante. La experiencia se está convirtiendo en una
especie de criterio de autenticidad y en factor fundamental para decidir la
orientación de la propia vida. Esto
significa que, en el futuro, la experiencia religiosa será cada vez más
importante para fundamentar la fe. Será
creyente aquel que experimente que Dios le hace bien y que Jesucristo le ayuda
a vivir.
El relato evangélico de Juan resulta hoy más
significativo que nunca. En un determinado momento, muchos
discípulos de Jesús dudan y se echan atrás. Entonces Jesús dice a los
Doce: «¿También ustedes se quieren
ir?». Simón Pedro le contesta en
nombre de todos desde una experiencia básica: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros
creemos». Muchos se mueven hoy en un
estado intermedio entre un cristianismo tradicional y un proceso de
descristianización. No es bueno vivir
en la ambigüedad. Es necesario tomar
una decisión fundamentada en la propia experiencia. Y tú, ¿también quieres irte, tienes dudas?
José Antonio Pagola
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